ESTUDIO BÍBLICO EN ORDEN CRONOLÓGICO

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¡Dios promete enviar un libertador!


PANORAMA:

Esta lección presenta los acontecimientos que ocurrieron

inmediatamente después de que Adán y Eva pecaron. En este pasaje se encuentra la primera promesa, del plan de Dios de enviar un Libertador.  La omnisciencia de Dios: vio a Adán y Eva. El amor de Dios: llamó a Adán. La santidad de Dios: maldijo a la serpiente, a Adán, a Eva y a la tierra. El pecado del hombre: todos los hombres son descendientes de Adán, por lo tanto, todos pecaron. La gracia de Dios: prometió enviar un Libertador.

DIOS LLAMÓ A ADÁN:

Génesis 3:9 dice: Y llamó Jehová Dios a Adán, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 

Como Adán y Eva no venían a hablar con Dios, el Señor dijo: Adán, ¿Dónde estás?, ¿No sabía Dios donde estaban escondidos?, ¿No está Dios en todas partes?, ¿No estaba Dios al lado de ellos entre los árboles?, ¿No los veía Dios todo el tiempo?, Si, Dios sabía que Adán y Eva estaban escondidos, ¿Entonces, por qué Dios llamó a Adán?, Dios lo llamó porque, aunque tenía la intención de castigar a Adán y a Eva por su pecado, todavía los amaba. Dios estaba dándoles la oportunidad de que reconocieran que habían hecho mal en creerle a Satanás en lugar de a Él. Dios estaba dándoles la oportunidad de que admitieran que todo lo que Él les había dicho era verdad. Dios no ha cambiado. Él nos sigue llamando, aunque no escuchemos Su voz como Adán. ¿Cómo nos llama Dios hoy? Dios nos llama a través de todas las cosas que vemos a nuestro alrededor.

 


CONSIDEREMOS: Cada día la voz de Dios nos dice: 
“Escúchenme. Soy el creador de todas las cosas, Soy el 
Dios verdadero, conozco todas las cosas, Soy todo 
poderoso, todo lo que he creado para ustedes. Los amo. Miren toda la comida que he hecho para ustedes. Los amo. Miren la vida que les he dado. Los 
amo. Escúchenme y búsquenme”.

Salmos 19:1-2 Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría. 

Dios también nos llama a través de su Palabra. La Biblia es el mensaje de Dios para cada uno de nosotros. 

 Romanos 1:16-17

Porque no me avergüenzo del evangelio de Cristo; porque es el poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío, primeramente, y también al griego. Porque en él la justicia de Dios es revelada de fe en fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá. Es importante  para cada uno de nosotros conocer, entender, creer el mensaje de Dios.


DIOS INTERROGÓ  A  ADÁN:

Génesis 3:11

Y le dijo Dios: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? 

Dios interrogó a Adán y Eva para darles la oportunidad que se arrepintiesen, es decir, que cambiaran de opinión y reconocieran que habían hecho mal. Dios los hizo para que lo amaran, lo obedecieran y así dieran gloria a su nombre.

 Isaías 43:7para gloria mía los he creado, los formé y los hice.

 Dios es quien nos da la vida a todas las personas.

 Hechos 17:25. Él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.

Adán y Eva tenían que responder a Dios por lo que hicieron, y todos nosotros también tendremos que responder por todo lo que hayamos pensado y hecho durante nuestras vidas.

Hebreos 4:13

Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.

Debemos darle cuenta a Dios por cada cosa que hayamos hecho o dejado de hacer.

 

ADÁN Y EVA  ECHAN  LA  CULPA  A  ALGUIEN  MAS

Génesis 3:12-13

Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. 

Ellos racionalizaron con Dios, es decir, justificaron su conducta, al descargar su responsabilidad sobre otro. 

Adán le echó la culpa a Eva, y al mismo tiempo, ella le echó la culpa a la serpiente. Pero Dios ya sabía todo lo que había ocurrido; nada podemos esconder de Su presencia.

CONSIDEREMOS: Cuando se atrapa a una persona haciendo lo malo, casi siempre trata de culpar otro. A veces se condena a una persona inocente, porque el que lo hizo mal lo culpó. Podemos tratar de descargar nuestra culpa sobre otras personas, como lo hicieron Adán y Eva; pero Dios sabe todas las cosas y no nos dejará escapar del castigo por culpar a otras personas. 


LA MALDICIÓN DE DIOS SOBRE LA SERPIENTE


Génesis 3:14 Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. 

Dios maldijo a la serpiente, porque había sido usada por Satanás. Dios no nos dice como era la serpiente antes de que Satanás la usara para engañar a Eva, pero sabemos que no se arrastraba sobre su pecho cuando Dios la creó. Pero ahora Dios decía que iba a arrastrarse sobre su pecho y a comer el polvo de la tierra. Dios sabía que fue Satanás el que habló a través de la serpiente para engañar a Eva. Dios sabe todo lo que Satanás y sus espíritus malignos piensan y planean hacer.

Dios castigará a Satanás y a todos sus seguidores por todos sus hechos malvados y su terrible desobediencia a Dios. 


LA SIMIENTE PROMETIDA DE LA MUJER

Una vez que Adán y Eva desobedecieron a Dios, y siguieron el consejo de Satanás, quedaron separados de Dios y dominados por el enemigo. Ya no eran hijos de Dios, eran hijos de Satanás, el cual se convirtió en el dios de este mundo. 

2 Corintios 4:4 en los cuales el dios de este mundo cegó la mente de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 

 

En ese momento, probablemente Satanás pensó que había vencido a Dios y que ahora tendría el dominio absoluto 

sobre todas las personas y el mundo en general. Pero nadie le gana a Dios. Él prometió enviar un Libertador que derrotaría a Satanás y libertaría a la humanidad de su poder.

 

Génesis 3:15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; Él te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. 

Dios planeó que el Libertador prometido fuera el hijo de una mujer virgen. Fíjense que no dice el hijo de un “hombre y una mujer”. Ni siquiera se menciona al hombre en este versículo.

Cuando leemos que le aplastará la “cabeza”, se refiere a que aplastaría el liderazgo o autoridad de un gran poder. Cuando se aplasta la “cabeza”, el resto del cuerpo no puede sobrevivir. Sin embargo, el que tiene el “calcañar” lastimado sobrevive aunque esté herido.


CONSIDEREMOS: El libertador lucharía contra Satanás el dios de este mundo, el gobernador de los poderes maléficos; y lo vencería. Satanás lucharía contra el Libertador y lo heriría, pero Satanás nunca podría vencerlo. El Libertador prometido destruiría a Satanás para que el hombre estuviera nuevamente en unidad con Dios.  

       

       Salmos 145:8 Clemente y misericordioso es Jehová, lento para la ira, y grande en misericordia. 

       Gracia y misericordia son dos palabras maravillosas, “Gracia” es darnos las cosas buenas que necesitamos pero que no merecemos; es la bondad de Dios derramada sobre las personas. ¡“Misericordia” es no darnos el castigo que si merecemos! El amor de Dios se muestra a través de toda la creación. Vemos la gracia y misericordia de Dios después de la rebelión del hombre contra Dios.

 

     LA MALDICIÓN DE DIOS SOBRE LA MUJER

    

Génesis 3:16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera tus dolores y tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él señoreará sobre ti. 

Dios le habló a Eva y le dijo que, por haberle desobedecido, ahora ella, y todas las mujeres sufrirían al dar a luz y su marido tendría autoridad sobre ella.

 

LA MALDICIÓN DE DIOS SOBRE EL HOMBRE Y LA TIERRA

     Génesis 3:17-19

Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu esposa, y comiste del árbol de que te mandé, diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida; espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. 

 

Adán había escuchado a Eva en vez de obedecer lo que Dios le había dicho. Pero Adán estaba dispuesto a seguir las sugerencias de Eva en lugar de hacer lo que sabía que era la voluntad de Dios. Este es el trabajo sutil de Satanás para hacernos creer en él y no en Dios.

 

CONSIDEREMOS: Aun nuestras familias pueden estorbarnos y hacernos pensar que no necesitamos creer en Dios. Satanás usó a Eva para hacer que Adán desobedeciera a Dios. Necesitamos estar seguros de creer en Dios y no en los hombres. Como ya aprendimos, Satanás también nos dice mentiras a través de las personas.

Debido a que Adán y Eva escucharon a Satanás, cayeron en su trampa y desobedecieron a Dios; entonces, Dios dijo que a partir de ese momento la tierra seria maldita. Antes que Adán pecara, él cuidaba del huerto. Todo crecía sin necesidad de hacer trabajo duro. No había maleza ni peste, pero cuando Adán pecó, Dios maldijo la tierra, y empezó a crecer mucha maleza. Esto complicó el trabajo de Adán. Los resultados del pecado, tuvieron repercusión no sólo en Adán y Eva, sino también en el hermoso huerto que Dios les había dado.

De hecho, todas las cosas malas del mundo existen a causa de la desobediencia del hombre hacia Dios. Cuando el hombre desobedeció, el pecado del hombre afectó toda la creación de Dios.   Parte de las consecuencias era que el hombre ya no viviría en un medio ambiente perfecto.  Vivimos ahora en un mundo que todavía sufre esa maldición.  Constantemente luchamos contra la enfermedad, la debilidad, el dolor de parto, el trabajo duro, las condiciones climáticas difíciles, las pestes animales y de insectos, las malas hierbas, la tristeza, la pena y la muerte. Ninguna de estas cosas existía en el mundo antes de que Adán y Eva pecaran. También a causa del pecado de Adán, Dios dijo que su cuerpo debía morir y volver a la tierra.

 

Génesis 3:19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.

 

Adán y Eva debían morir como resultado de su desobediencia a Dios. No sólo la muerte física, sino también la muerte espiritual, es decir, la separación de Dios ahora y para siempre, y el castigo eterno en el lago de fuego. 

 

ADÁN Y EVA SON LOS PADRES DE TODA LAS PERSONAS

 

Génesis 3:20 Y llamó Adán el nombre de su esposa, Eva; por cuanto ella era madre de todos los vivientes. 

 

Aunque las personas tienen colores de piel diferente, originalmente todos descendemos de los mismos padres,  Adán  y Eva.

Hechos.17:26 “ de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres”

 A causa del pecado de Adán, él y todos sus hijos morirían. 

Romanos 5:12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. 

 

Romanos 6:23 Porque la paga del pecado es muerte; mas el don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. 

Todas las personas, de todos los países moriremos, porque todos somos descendientes de Adán.  

 


CONCLUSIÓN:

Pensemos en el amor extraordinario que Dios había derramado sobre Adán y Eva. Había creado todas las cosas buenas, hermosas y útiles para ellos. Los creó y les dio vida.

Pensemos en lo horrible que es el pecado a los ojos de un Dios amoroso tres veces santo. ¡Consideremos también la gracia que Dios mostró al dar la promesa de enviar un libertador!