PANORAMA:
El médico Lucas, quien
escribió este libro de los Hechos, narra ahora un milagro de sanidad que el
Señor Dios realizó a través de Pedro y Juan cuando estaban a punto de entrar por
una de las puertas que conducían al templo.
Dios es omnipotente, y
es el mismo del antiguo testamento, quien creó los cielos y la tierra por el
poder de Su Palabra. Él nos dio la vida y conoce cada parte de nuestro ser,
tanto físico como espiritual. Jesús cuando estuvo en la tierra hizo muchos
milagros de sanidad y en una ocasión les dijo a sus discípulos que ellos harían
milagros mayores a los que Él hizo en su ministerio terrenal.
Juan 14:12-14
Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago; y
hará otras todavía más grandes, porque yo voy a donde está el Padre. [13]Y
todo lo que ustedes pidan en mi nombre, yo lo haré, para que por el Hijo
se muestre la gloria del Padre. [14]Yo haré cualquier cosa que en mi
nombre ustedes me pidan.
CONSIDEREMOS:
Los apóstoles y
cristianos continuaron yendo al templo para orar, y al igual que ahora, muchos
enfermos y mendigos vivían de la caridad de las personas. Se suponía que
recibirían dinero o limosnas de los que asistían al templo; de hecho, muchos exhiben
su discapacidad física para inspirar lástima y mover el corazón de las personas
para que les dé dinero. En esta ocasión en particular, veremos a un hombre paralítico
de nacimiento que esperaba recibir algo de dinero, pero nunca se imaginó que ese
día, recibiría la sanidad de su enfermedad.
CURACIÓN
DEL PARALÍTICO:
La siguiente historia
narrada en el libro de los Hechos de los apóstoles es acerca de Pedro y Juan,
quienes fueron dos de los discípulos del Señor Jesús. El Espíritu Santo usó a
Pedro y a Juan para escribir algunos de los libros en la última sección de la
Biblia.
Hechos 3:1-6
[1]Un día, Pedro y Juan fueron al templo para la oración de las
tres de la tarde. [2]Allí, en el templo, estaba un hombre paralítico de
nacimiento, al cual llevaban todos los días y lo ponían junto a la puerta
llamada la Hermosa, para que pidiera limosna a los que entraban. [3]Cuando
el paralítico vio a Pedro y a Juan, que estaban a punto de entrar en el templo,
les pidió una limosna. [4]Ellos lo miraron fijamente, y Pedro le dijo: —Míranos.
[5]El hombre puso atención, creyendo que le iban a dar algo. [6]Pero Pedro
le dijo:—No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy: en el nombre de
Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
¿En el nombre de
quién y por el poder de quién dijo Pedro a este hombre que se parara y
caminara? “En el nombre de Jesucristo de Nazaret”. Nazaret fue el pueblo de
Galilea donde vivía Jesús.
¿Fue capaz de caminar el hombre?
Por supuesto, Dios respaldó su Palabra y la fe de Pedro y Juan.
Hechos 3:7-8
[7]Dicho esto,
Pedro lo tomó por la mano derecha y lo levantó, y en el acto cobraron fuerzas
sus pies y sus tobillos. [8]El paralítico se puso en pie de un salto y
comenzó a andar; luego entró con ellos en el templo, por su propio pie,
brincando y alabando a Dios.
Varios judíos que
estaban en el templo ese día reconocieron que este hombre quien estaba saltando
y brincando de alegría era aquel que había estado sentado mendigando año tras
año en una de las puertas del templo.
Hechos 3:9-11
[9]Todos los que lo vieron andar y alabar a Dios, [10]se llenaron
de asombro y de temor por lo que le había pasado, ya que conocían al hombre y
sabían que era el mismo que se sentaba a pedir limosna en el templo, en la
puerta llamada la Hermosa. [11] El paralítico que había sido sanado no soltaba
a Pedro y a Juan. Toda la gente, admirada, corrió a la parte del templo que se
llama Pórtico de Salomón, donde ellos estaban.
CONSIDEREMOS:
La sanidad física, al
igual que la sanidad espiritual, es un regalo de Dios, es por gracia que
podemos disfrutar de salud, no aprendemos a valorar la salud, hasta que estamos
enfermos; es ahí cuando apreciamos la vida y la salud.
Efesios 2:8-9
[8]por la bondad de Dios han recibido ustedes la salvación por medio de
la fe. No es algo que ustedes mismos hayan conseguido, sino que es un don de
Dios. [9]No es el resultado de las propias acciones, de modo que nadie
puede gloriarse de nada.
Dios puede usar a cualquier persona, o a nosotros mismos para orar por alguien y que recobre la salud, pero siempre debemos reconocer que es por el poder y la gracia de Dios, a Él le agrada que disfrutemos de salud y de una vida abundante. Aún en nuestros días sigue realizando milagros de sanidad, lo hace de forma sobrenatural pero también usando la ciencia para nuestro beneficio. La sanidad del hombre paralítico fue confirmada y registrada por Lucas, un médico de profesión quien dio fe del milagro realizado por Dios.
Dios puede usar a
cualquier persona, o a nosotros mismos para orar por alguien y que recobre la
salud, pero siempre debemos reconocer que es por el poder y la gracia de Dios,
a Él le agrada que disfrutemos de salud y de una vida abundante. Aún en
nuestros días sigue realizando milagros de sanidad, lo hace de forma
sobrenatural pero también usando la ciencia para nuestro beneficio. La sanidad
del hombre paralítico fue confirmada y registrada por Lucas, un médico de
profesión quien dio fe del milagro realizado por Dios.
CONSIDEREMOS:
Jesús reconoció que
los enfermos necesitan a los médicos. Él no condenó el acto de acudir a los médicos ni
a los tratamientos «del mundo». Sí, Jesús hizo muchos milagros de sanidad
mientras estaba en este mundo, pero estos fueron en parte para demostrar a los
pueblos que Él era el Mesías prometido.
LLAMADO AL ARREPENTIMIENTO:
Pedro
acusó a las personas de rechazar y crucificar a Jesús de Nazaret, a quien el
Dios de Abraham, Isaac y Jacob había enviado para ser el Salvador.
Hechos 3:12-15
[12]Pedro, al ver esto, les dijo:
«¿Por qué se asombran ustedes, israelitas? ¿Por qué nos miran como si nosotros
mismos hubiéramos sanado a este hombre y lo hubiéramos hecho andar por medio de
algún poder nuestro o por nuestra piedad? [13]El Dios de Abraham, de Isaac
y de Jacob, el Dios de nuestros antepasados, ha dado el más alto
honor a su siervo Jesús, a quien ustedes entregaron a las autoridades
y a quien ustedes rechazaron, después que Pilato había decidido soltarlo. [14] En
vez de pedir la libertad de aquel que era santo y justo, ustedes pidieron que
se soltara a un criminal. [15]Y así mataron ustedes al que nos lleva a la
vida. Pero Dios lo resucitó, y de esto nosotros somos testigos. [16] Lo
que ha hecho cobrar fuerzas a este hombre que ustedes ven y conocen, es la fe
en el nombre de Jesús. Esa fe en Jesús es la que lo ha hecho sanar
completamente, como todos ustedes pueden ver.
Pedro aclaró muy bien que no era su santidad, o su poder
lo que había curado al paralítico. El hombre fue curado porque Pedro y Juan
confiaban en la bondad y el poder del Señor Jesús, a quien Dios había
resucitado de entre los muertos.
LA OPOSICIÓN DE LOS INCRÉDULOS:
Pedro y Juan son arrestados, mientras
las personas estaban amontonadas alrededor ellos y del hombre que fue curado. Aunque
el Señor Jesús los estaba usando para testificar acerca de Él, Satanás no
quería que más personas escucharan la verdad y creyeran.
Hechos 4:1-4
[1]Todavía Pedro y
Juan estaban hablándole a la gente, cuando llegaron los sacerdotes, con el jefe
de la guardia del templo y con los saduceos. [2]Estaban enojados porque
Pedro y Juan enseñaban a la gente y decían que la resurrección de los muertos
había quedado demostrada en el caso de Jesús. [3]Los arrestaron y, como ya
era tarde, los metieron en la cárcel hasta el día siguiente. [4]Pero
muchos de los que habían escuchado el mensaje, creyeron; y el número de
creyentes, contando solamente los hombres, llegó a cerca de cinco mil.
LA RESPUESTA DE LA GENTE:
Aunque Pedro y Juan fueron encarcelados, ya el
Espíritu Santo había usado su testimonio para enseñar a varios judíos que
habían pecado rechazando a Jesús, el santo y justo Hijo de Dios. Muchos
confiaron en Él como su Salvador del juicio de Dios.
LA RESPUESTA DE PEDRO:
Hechos 4:8-12
[8]Pedro, lleno del Espíritu Santo, les contestó: —Jefes del pueblo y
ancianos: [9]ustedes nos preguntan acerca del bien hecho a un enfermo,
para saber de qué manera ha sido sanado. [10]Pues bien, declaramos ante
ustedes y ante todo el pueblo de Israel que este hombre que está aquí, delante
de todos, ha sido sanado en el nombre de Jesucristo de Nazaret, el mismo a
quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó. [11]Este Jesús es la
piedra que ustedes los constructores despreciaron, pero que se ha convertido en
la piedra principal. [12]En ningún otro hay salvación, porque en todo el
mundo Dios no nos ha dado otra persona por la cual podamos salvarnos.
Pedro permitió que el
Espíritu Santo lo controlara, de modo que Él le dio las palabras correctas
cuando contestó a estos líderes judíos.
El Espíritu Santo
vive en cada uno de nosotros los hijos de Dios, y es nuestra responsabilidad
permitirle que nos controle todo el tiempo. Si dependemos de nuestra propia
sabiduría y fortaleza, pecaremos contra Dios. Pensaremos, diremos y haremos
cosas a nuestra propia manera pecaminosa. Sin embargo, si nos sometemos al
Espíritu Santo, Él nos controlará y capacitará para hacer la voluntad de Dios.
Como Pedro estaba
controlado por el Espíritu Santo, fue capaz de testificar sin temor a estos
hombres que mataron a Jesús. Nosotros también seremos capaces de testificar en
la forma que el Señor quiere si aprendemos Su Palabra y le permitimos que nos
controle por el Espíritu Santo.
LA IGLESIA SE REUNIÓ PARA ORAR :
Cuando la iglesia oyó lo que los líderes judíos
habían dicho, ellos también hicieron lo mejor que podían haber hecho. Oraron
todos juntos a Dios, pidiendo ayuda para continuar haciendo la voluntad de
Jesús y que no se asustaran ni guardaran silencio por las amenazas recibidas.
LA RESPUESTA DE DIOS A SU ORACIÓN:
Hechos 4:31
[31]Cuando acabaron
de orar, el lugar donde estaban reunidos tembló; y todos fueron llenos del
Espíritu Santo, y anunciaban abiertamente el mensaje de Dios.
Hubo tres resultados buenos de estas
dificultades: el amor unos con otros y la unidad de los creyentes fueron
fortalecidos; con denuedo, en el poder del Espíritu Santo, los apóstoles
hablaron a otros acerca del Señor Jesús; y la bendición de Dios estuvo sobre la
congregación completa de creyentes.
Hechos 4:33
[33]Los apóstoles seguían dando un
poderoso testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y Dios los bendecía
mucho a todos.
CONCLUSIÓN:
Todos nosotros debemos
estar listos para testificar, y sí, también para ser usados por Dios, si es
Su voluntad, que alguien sea sanado
de alguna enfermedad; pero siempre debemos darle la gloria a Dios y reconocer
que en Su misericordia permitió este milagro, y le plació usarnos para mostrar
Su poder, y testificar de Él. Es necesario contarles a otros el evangelio de
Salvación, de modo que el Espíritu Santo obre en las mentes y los corazones de
las personas para que crean en Jesús y sean salvos de la condenación eterna.