PANORAMA:
En esta lección veremos el pasaje de las Escrituras que nos muestra cómo
Lázaro murió, y Jesús lo resucitó de verdad. Algunas personas depositaron su fe
en Jesús por esta causa, pero otras tuvieron celos de Jesús y lo odiaron lo
suficiente como para querer matarlo.
Muchas
personas gastan grandes sumas de dinero tratando de estar y mantenerse
bien, tratando de lucir y mantenerse jóvenes, tratando de evitar el
envejecimiento. Pero pocas personas quieren hablar de la muerte. Jesús
habló de la muerte. ¡Y lo que Él dijo debería cambiar para siempre nuestros
pensamientos sobre la vida y sobre la muerte!
Lucas 16:31
Si no oyen
a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán, aunque alguno se levantare
de los muertos.
JESÚS ESPERÓ A QUE LÁZARO MURIERA
Estaba
entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta
su hermana. 2(María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió
al Señor con perfume, y le enjugó los pies con sus cabellos.) 3Enviaron,
pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está
enfermo. 4Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino
para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. 5Y amaba
Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. 6Cuando oyó, pues, que estaba
enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.
Aunque Jesús estaba lejos de
Lázaro, al otro lado del río Jordán, Jesús sabía todo lo que le iba a ocurrir a
Lázaro, Jesús sabía que Lázaro iba a morir, Él podía haber sanado a Lázaro
sin ni siquiera ir donde él estaba. En su lugar de eso, Jesús esperó dos días
porque sabía que esta situación iba a ser otra oportunidad para que Él mostrara
Su gran poder como el Hijo de Dios. Pareciera que Jesús no amaba a Marta,
María y a Lázaro, pero eso no es verdad. El ama verdaderamente a cada persona y
quiere que todos nosotros confiemos en Él como nuestro
Salvador.
Juan 11:7-16
Luego, después de esto, dijo a los discípulos: Vamos a Judea otra
vez. 8Le dijeron los discípulos: Rabí, ahora procuraban los judíos
apedrearte, ¿y otra vez vas allá? 9Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce
horas? El que anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; 10pero
el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él. 11Dicho esto, les
dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle. 12Dijeron
entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. 13Pero Jesús decía esto
de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del
sueño. 14Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto; 15y me
alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a
él. 16Dijo entonces Tomás, llamado Dídimo, a sus condiscípulos: Vamos
también nosotros, para que muramos con él.
Los discípulos no entendieron lo
que Jesús quiso decir. Pensaron que Jesús iba a permitir que los líderes judíos
lo mataran para poder ir con Lázaro, pero eso no fue lo que Jesús quiso
decir.
JESÚS ES LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA
Juan 11:17-22
17Vino,
pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el
sepulcro. 18Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince
estadios; 19y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para
consolarlas por su hermano. 20Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía,
salió a encontrarle; pero María se quedó en casa. 21Y Marta dijo a Jesús:
Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. 22Mas también
sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.
Marta creía
que Jesús tenía el poder para sanar a su hermano y que Dios su Padre, haría
todo lo que Jesús le pidiera.
Juan 11:23-24
23Jesús le
dijo: Tu hermano resucitará. 24Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la
resurrección, en el día postrero.
CONSIDEREMOS:
Jesús quería que Marta
entendiera que Su intención era traer a su hermano nuevamente a la vida en ese
momento, pero ella pensaba que Jesús se refería al fin del mundo, cuando todas
las personas volverán a vivir. Dios da vida a cada persona, aun antes de
que nazca, y ÉL dará vida a todos los muertos cuando llegue el momento en que todas las personas estén delante de
Dios y sean juzgados.
Daniel 12:2
Y muchos de
los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida
eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.
Mateo 25:46
E irán
estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
Juan 5: 28-29
28No os
maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los
sepulcros oirán su voz; 29y los que hicieron lo bueno, saldrán a
resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de
condenación.
Hechos 24:15
Teniendo
esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan, de que ha de haber
resurrección de los muertos, así de justos como de injustos.
Jesús
quería que Marta entendiera que Lázaro no tenía que permanecer muerto hasta el día
del juicio de Dios sobre todas las personas. Jesús es el dador de la
vida y por lo tanto, tiene el poder de devolver la vida a los muertos. Ningún
otro puede hacerlo. Sólo Dios puede dar vida porque es el creador todopoderoso
que dio vida a las personas y creó todas las cosas.
Juan 11:25-26
25Le dijo
Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto,
vivirá. 26Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.
¿Crees esto?
Jesús dijo
que aunque los que confían en Él, como su salvador mueren físicamente, nunca
mueren para Dios.
Juan 5:24
De cierto,
de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida
eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
Los que han creído en Jesús como su salvador, nunca se
separarán de Dios para recibir el castigo por sus pecados. Sólo dejan este
mundo para vivir con Dios en el cielo.
Juan 11:27
Le dijo:
Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido
al mundo.
Marta no
era como la mayoría de la gente, que seguían a Jesús porque querían ser
alimentados o tener libertad política. No les interesaba conocerlo como su
Salvador del pecado y del castigo eterno. Marta creía y confiaba
verdaderamente en Jesús como el Libertador prometido que había venido de Dios.
JESÚS FUE A LA TUMBA DE LÁZARO
Juan 11:28-38
28Habiendo dicho esto, fue y llamó a María su hermana, diciéndole en
secreto: El Maestro está aquí y te llama. 29Ella, cuando lo oyó, se
levantó de prisa y vino a él. 30Jesús todavía no había entrado en la
aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado. 31Entonces
los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que
María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: Va al
sepulcro a llorar allí. 32María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al
verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no
habría muerto mi hermano. 33Jesús entonces, al verla llorando, y a los
judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se
conmovió, 34y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y
ve. 35Jesús lloró. 36Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le
amaba. 37Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía este, que abrió los ojos al
ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera? 38Jesús, profundamente
conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta
encima.
Jesús sabía que iba a traer a
Lázaro nuevamente a la vida, pero lloró porque sintió la pena de las personas
que estaban lamentándose por su muerte.
CONSIDEREMOS:
Jesús lloró, no porque no tuviese esperanza de ver
a Lázaro vivo, sino porque se identificó con la pena de la gente y se lamentó
por todos los hombres, debido a los resultados terribles del pecado. Jesús es
Dios, y siente dolor y pena. Puede identificarse con nosotros cuando estamos afligidos. Dios
se lamenta profundamente por las personas, ya que deben morir por causa del
pecado.
JESÚS RESUCITÓ A LÁZARO DE ENTRE LOS MUERTOS
Juan 11:39-44
39Dijo
Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo:
Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. 40Jesús le dijo: ¿No te he
dicho que si crees, verás la gloria de Dios? 41Entonces quitaron la piedra
de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto,
dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. 42Yo sabía que siempre me
oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean
que tú me has enviado. 43Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro,
ven fuera! 44Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con
vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y
dejadle ir.
En ese momento, Jesús se paró en
la entrada de la tumba y habló. Le ordenó a Lázaro que volviera a vivir. Todo
lo que Jesús dice siempre ocurre.
Juan 11:45-48
45Entonces
muchos de los judíos que habían venido para acompañar a María, y vieron lo que
hizo Jesús, creyeron en él. 46Pero algunos de ellos fueron a los fariseos
y les dijeron lo que Jesús había hecho. 47Entonces los principales
sacerdotes y los fariseos reunieron el concilio, y dijeron: ¿Qué haremos?
Porque este hombre hace muchas señales. 48Si le dejamos así, todos creerán
en él; y vendrán los romanos, y destruirán nuestro lugar santo y nuestra
nación.
CONCLUSIÓN:
Muchos de los judíos creyeron en
el Señor Jesús cuando vieron Su poder demostrado en la resurrección de Lázaro
de entre los muertos. Pero a los sacerdotes y fariseos
solamente les interesaba conservar su posición de poder y su riqueza. Tenían miedo de que la gente hiciera rey a Jesús. Los romanos se enojarían y culparían a los líderes
judíos de permitirle al pueblo hacer rey a Jesús, y remplazarían a los líderes
judíos por líderes romanos. Como los escribas y los fariseos querían
conservar su lugar de autoridad, planeaban matar a Jesús. Satanás era quien estaba guiando a estos hombres.