PANORAMA:
Aunque los creyentes
estaban testificando a los inconversos y muchas personas estaban poniendo su fe
en el Señor Jesús; los cristianos debían enfrentar problemas de los opositores pero
también al interior de la iglesia, por malos entendidos y dificultades entre
los creyentes.
El señor Jesús ya les
había ejemplo de servicio y liderazgo…
Marcos 10:43 - 45
….el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro
servidor, [44]y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de
todos. [45]Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para
servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
CONSIDEREMOS:
En algunas culturas,
la misericordia es vista como una debilidad, pues existe la creencia de que el
liderazgo se obtiene provocando miedo, infundiendo temor e intimidando a los
subalternos. Sin embargo, Jesús enseñó que la mejor forma ganar respeto, es
sirviendo, en una ocasión se humilló y lavó los pies sucios y mal olientes de
sus discípulos.
Juan
13: 3-5
Jesús, que sabía que el Padre había puesto en sus manos todas las cosas,
y que había salido de Dios, y que a Dios volvía, [4]se levantó de la cena, se
quitó su manto y, tomando una toalla, se la sujetó a la cintura;[5] luego puso
agua en un recipiente y comenzó a lavar los pies de los discípulos, para luego
secárselos con la toalla que llevaba en la cintura.
SERVICIO
MUTUO:
Dios quiere que nos amemos y nos sirvamos con sencillez de corazón; pero no debemos olvidar que tenemos un opositor que no quiere que tengamos comunión entre los creyentes. Satanás sabe que la mejor forma de estorbar e interrumpir la obra de Dios es lograr que los hijos de Dios peleen unos con otros. Esto es algo contra lo que todos debemos estar en guardia. Hemos de luchar contra Satanás, el pecado y la incredulidad, pero jamás unos contra otros. Cuando los cristianos están luchando entre sí, el Señor no puede usarlos en la forma que quiere.
Hechos 6:1
En aquellos días el número de los discípulos iba en aumento, pero también comenzaron las murmuraciones de los griegos en contra de los hebreos, pues se quejaban de que en la distribución diaria de ayuda las viudas de los griegos no eran bien atendidas.
Aparentemente
la iglesia de Jerusalén tenía muchas viudas. Como estas viudas no tenían
familias que vieran por ellas, la iglesia estaba proveyendo para su sustento
diario a través de ofrendas voluntarias de los miembros; pero si ellas tenían
familias que las cuidaran, la iglesia no se hacía responsable.
LA
RESPONSABILIDAD DE LOS APÓSTOLES:
Los apóstoles eran
los hombres a quienes el Señor Jesús había escogido cuando estuvo aquí en la
tierra. Él los entrenó y luego los envió al mundo como Sus representantes
especiales. Les mandó instruir claramente a Su Iglesia y guiarla en obediencia
a todas las enseñanzas que les había dado y también en las cosas nuevas que
prometió que el Espíritu Santo les revelaría después que hubiese regresado al
Cielo. En este tiempo en particular,
todos los apóstoles vivían en Jerusalén y estaban directamente a cargo de la
iglesia. Actuaban como ancianos y pastores de la iglesia. Por consiguiente, el
trabajo que estaban haciendo era el de líderes, guías y maestros.
LA RESPONSABILIDAD DE LOS DIÁCONOS:
Así como hay la
necesidad de hombres que enseñen, guíen, animen y oren por los hijos de Dios,
hay también la necesidad de personas que tengan cuidado de cosas materiales, tales
como recoger y distribuir los recursos y las donaciones para los que necesitan
del apoyo de la iglesia. Las personas que hacen este tipo de trabajo se llaman
diáconos (servidores de la iglesia) y pueden ser hombres o mujeres que tengan
un corazón sencillo, el don de servicio y gocen de buen testimonio dentro y
fuera de la congregación.
Hechos 6:3
Así que, hermanos,
busquen entre todos ustedes a siete varones de buen testimonio, que estén
llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, para que se encarguen de este trabajo.
Los apóstoles oraron pidiendo al Señor dar a estos hombres sabiduría en su nueva posición. Luego colocaron sus manos sobre ellos para mostrar que, junto con la iglesia, aprobaban a estos hombres como diáconos y los apoyarían en su trabajo.
Hechos 6: 5-6
Esta propuesta fue del agrado de todos los creyentes, y eligieron a
Esteban, que era un varón lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe,
Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás, un prosélito de Antioquía. [6] Luego
los llevaron ante los apóstoles, y oraron por ellos y les impusieron las manos.
TESTIMONIO DE ESTEBAN:
Hechos 6: 8
Como Esteban estaba
lleno de la gracia y del poder de Dios, realizaba grandes prodigios y señales
entre el pueblo.
Esteban no solamente
ayudaba a distribuir la comida a las viudas en la iglesia, sino que también
enseñaba la Palabra de Dios a los inconversos. Era un hombre que realmente
confiaba en Dios para todo; por lo tanto, el Espíritu Santo pudo usarlo para
mostrar el poder de Dios al mundo incrédulo.
ACUSACIONES FALSAS CONTRA ESTEBAN:
Como Satanás veía que Dios estaba
usando a Esteban y por eso guio a algunos de sus hijos en un ataque contra él.
Hechos 6:10-15
Pero como no pudieron superar la sabiduría y el Espíritu que Dios le daba, [11]sobornaron a otros para que dijeran que habían oído a Esteban blasfemar contra Moisés y contra Dios. [12]De esa manera soliviantaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas, los cuales se lanzaron contra él y, con lujo de violencia, lo llevaron ante el concilio. [13]Los testigos falsos que presentaron, dijeron: «Este hombre no deja de blasfemar contra este lugar santo y contra la ley. [14]Le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar, y que cambiará las costumbres que nos dio Moisés.» [15]Entonces todos los que estaban sentados en el concilio se fijaron bien en Esteban, y vieron que su rostro parecía el de un ángel.
DEFENSA DE ESTEBAN:
Esteban respondió a
sus acusadores recordándoles primero a Abraham, Isaac y Jacob, y luego a José,
el hijo de Jacob, quien fue rechazado por sus hermanos. Aunque sus hermanos le
rechazaron y vendieron, Dios estaba con él y le hizo gobernador sobre Egipto.
José, quien fue rechazado, fue a quien Dios usó para proveer comida para todos
sus hermanos y sus familias.
Hechos
7:51-54
»¡Pero ustedes son duros de cabeza, de corazón y de oídos! ¡Siempre se
oponen al Espíritu Santo! ¡Son iguales que sus padres! [52]¿A qué profeta no
persiguieron? Mataron a los que antes habían anunciado la venida del Justo, el
mismo a quien ustedes entregaron y mataron. [53]Ustedes, que recibieron la ley
por medio de ángeles, no la obedecieron.» [54] Cuando ellos oyeron a Esteban
decir esto, se enfurecieron tanto que hasta les rechinaban los dientes.
Mientras los hombres
estaban matando a Esteban, dejaron sus ropas al cuidado de un hombre que estaba
cerca cuyo nombre era Saulo. En nuestra próxima lección sabremos más acerca de
Saulo, quien estuvo de acuerdo con la gente, en que Esteban debía ser asesinado.
Antes de que Esteban muriera, vio al Señor Jesús de pie a la derecha de Su Padre. Jesús sabía que Esteban iba a ser asesinado y estaba esperando que dejara su cuerpo y fuera a vivir con Él en el Cielo.
Hechos
7:55-56
Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, levantó los ojos al cielo y vio
la gloria de Dios, y a Jesús a su derecha. [56] Dijo entonces: «Veo los cielos
abiertos, y que el Hijo del Hombre está a la derecha de Dios.»
Aunque al morir no
veamos al Señor Jesús de pie a la derecha de Su Padre como lo vio Esteban, sin
embargo, sabemos que el Señor Jesús ama a cada uno de Sus hijos, tanto como amó
a Esteban. Así como esperó y dio la bienvenida a Esteban al Cielo, también nos espera y nos dará la bienvenida a cada uno de nosotros, Sus hijos.
CONCLUSIÓN:
Pongamos al servicio
de nuestros hermanos el don que Dios en Su gracia nos ha dado. Mostremos misericordia
y compasión, con aquellas personas que pueden estar pasando por momentos de
dificultad, y reflejemos de esta manera un evangelio práctico, como lo demostró el Señor Jesús, dándonos ejemplo de
servicio y humildad.