DIOS JUZGÓ AL MUNDO ENTERO CON EL DILUVIO UNIVERSAL
Casi todas las culturas tienen una historia sobre
el diluvio. Esto se debe, porque en realidad hubo un diluvio. Pero con
excepción del relato del Génesis, estas historias están llenas de personajes
mitológicos y, a veces, de detalles curiosos que se alejan del relato bíblico.
Estas historias fueron pasando oralmente de generación en generación. Con
ellas, la gente de estas sociedades impías tergiversó, extendió y minimizó la
verdad. La influencia del pensamiento pagano, la adoración de falsos dioses y
diosas, y el olvido humano de los detalles, se cambiaron para producir relatos
que presentan sólo un fragmento de lo que realmente ocurrió.
PANORAMA:
Esta lección abarca el periodo que se extiende
desde Caín y Abel hasta Noé y el diluvio. Presenta la omnisciencia y la ira de
Dios contra los pecadores, pero también Su gracia y paciencia al buscar que
todos los hombres se arrepientan. La soberanía y la omnisciencia de Dios se
demuestran en Su control sobre toda la creación. Es la instrucción que Dios le
dio a Noé para construir el arca, vemos Su mensaje preciso con respecto a su
único camino de salvación.
La decadencia de los hombres en los días de Noé se
compara con la decadencia de nuestra propia sociedad y con una advertencia
contra la dureza de corazón.
La salvación de Noé y su familia por parte de Dios
se presenta como un acto de gracia: La bondad de Dios para pecadores que no la
merecen. El diluvio es un hecho histórico: un
acto del poder soberano de Dios para juzgar a pecadores
impenitentes.
AUMENTO DE LA POBLACIÓN:
En la época de Noé, Sem, Cam, y Jafet, ya existía La
explosión demográfica, es decir, un rápido incremento en de
habitantes en un país o región. Pero la gran mayoría estaba interesada en pasar lo
que ellos consideraban una buena vida. Estaban
obsesionados con el sexo y el casamiento. No
estaban interesados en cómo agradar a
Dios.
DIOS EL ESPÍRITU SANTO ESTABA FRUSTRADO
CON LA GENTE
Dios veía el pecado de esta gente lo cual lo
entristecía, pero Él también los amaba y quería que se arrepintieran. Quería que cambiaran de opinión. Quería que admitieran que estaban equivocados. Quería que creyeran en Él.
Dios Espíritu Santo estaba continuamente diciéndoles
que se arrepintieran, pero ellos se negaban.
Ezequiel 18:32 Porque yo no quiero la muerte del que
muere, dice el Señor Jehová, convertíos, pues, y viviréis.
2ª. Pedro 3:9 El Señor no tarda su promesa, como
algunos la tienen por tardanza; sino que es paciente para con nosotros, no
queriendo que ninguno perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento.
Génesis 6:3 Y dijo Jehová: No contenderá mi
Espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; más serán
sus días ciento veinte años.
Dios les advirtió que no iba a seguir siempre
diciéndoles su mensaje. Si continuaban resistiéndolo, El
dejaría que siguieran a Satanás y los castigaría. Dios
les dijo que les iba a dar 120 años. Si
no se arrepentían en 120 años, los castigaría. Dios
el Espíritu Santo nos habla a nuestras mentes, procurando conseguir nuestra
atención. Nos habla a través de la palabra de
Dios y a través de otras personas.
La voz del Espíritu de Dios nos dice: “Escuchen el
camino de Dios y confíen en Él”.
Pero como Satanás también habla a nuestras mentes,
a veces parece que hay una guerra en nuestro interior.
Las voces de Satanás y sus demonios dicen: “No
escuchen el mensaje de Dios”.
Si nos negamos a escuchar a Dios y creerle, la voz del Espíritu Santo puede volverse más y más silenciosa. Él dejará que vivamos
a nuestra manera.
Cuando el corazón de una persona ya no escucha a
Dios, la Biblia lo llama un corazón endurecido.
Zacarías 7:11
Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la
espalda, y taparon sus oídos para no oír.
Esto es terriblemente doloroso para Dios, porque Él
sabe que cuando una persona muere con el corazón endurecido, irá al castigo
eterno y quedará separado de Él para siempre.
Dios dice en Ezequiel
33:11 no quiero la muerte del impío, sino
que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros
malos caminos; ¿por qué moriréis?
AUMENTO DE LA MALDAD:
Génesis 6: 5 y 11
Al ver el SEÑOR que la maldad del ser humano en la
tierra era muy grande, y que todos sus pensamientos tendían siempre hacia el mal
…Dios vio que la tierra estaba corrompida y llena de violencia.
La mayoría de la gente seguía los caminos de Caín. Cada vez pecaban más, se negaban a creer el mensaje de Dios y confiar en Él y su misericordia. Estas personas nacieron pecadoras, porque eran descendientes de Adán. Además, amaban su pecado y se negaban a ponerse de acuerdo con Dios de manera deliberada.
CONSIDEREMOS: Las personas pecan, porque aman su pecado.
Nadie puede culpar a otro. No podemos culpar a Adán, a Dios o a Satanás.
Nosotros mismos elegimos pecar.
La gente de la época de Noé no tenía lugar para
Dios en su mente ni corazón. Se negaban a
reconocer a Dios, aunque aceptaban su existencia. Las señales de Su
obra estaban alrededor de ellos, en Su creación, pero no estaban agradecidos
con Dios ni le creían. Dios también les hablaba a través de
los hombres llamados profetas. Uno de los descendientes
de Set, fue Enoc, quien era de los profetas de Dios. Ahora Dios les estaba hablando a
través de Noé.
2 Pedro 2:5
y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a
Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre
el mundo de los impíos.
Los hombres no tenían excusa para su conducta. Simplemente se estaban rebelando contra Dios y se
entregaban a sus malos deseos.
Génesis 6:5
Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha
en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era
de continuo solamente el mal.
Fijaban sus mentes en cosas materiales, en sus
cuerpos y en sus ambiciones por la autosuperación.
Romanos.1: 18-32
Ciertamente, la ira de Dios viene revelándose desde
el cielo contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con su
maldad obstruyen la verdad. Me explico: lo que se puede conocer acerca de
Dios es evidente para ellos, pues él mismo se lo ha revelado. Porque desde
la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno
poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él
creó, de modo que nadie tiene excusa.
A pesar de haber conocido a Dios, no lo
glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se extraviaron en sus
inútiles razonamientos, y se les oscureció su insensato corazón. Aunque
afirmaban ser sabios, se volvieron necios y cambiaron la gloria del Dios
inmortal por imágenes que eran réplicas del hombre mortal, de las aves, de los
cuadrúpedos y de los reptiles. Por eso Dios los entregó a los malos deseos
de sus corazones, que conducen a la impureza sexual, de modo que degradaron sus
cuerpos los unos con los otros. Cambiaron la verdad de Dios por la
mentira, adorando y sirviendo a los seres creados antes que, al Creador, quien
es bendito por siempre. Amén.
Por tanto, Dios los entregó a pasiones vergonzosas.
En efecto, las mujeres cambiaron las relaciones naturales por las que van
contra la naturaleza. Así mismo los hombres dejaron las relaciones
naturales con la mujer y se encendieron en pasiones lujuriosas los unos con los
otros. Hombres con hombres cometieron actos indecentes, y en sí mismos
recibieron el castigo que merecía su perversión. Además, como estimaron
que no valía la pena tomar en cuenta el conocimiento de Dios, él a su vez los
entregó a la depravación mental, para que hicieran lo que no debían
hacer. Se han llenado de toda clase de maldad, perversidad, avaricia y
depravación. Están repletos de envidia, homicidios, disensiones, engaño y
malicia. Son chismosos, calumniadores, enemigos de Dios, insolentes,
soberbios y arrogantes; se ingenian maldades; se rebelan contra sus
padres; son insensatos, desleales, insensibles, despiadados. Saben
bien que, según el justo decreto de Dios, quienes practican tales cosas merecen
la muerte; sin embargo, no sólo siguen practicándolas, sino que incluso
aprueban a quienes las practican.
Las personas del tiempo de Noé eran orgullosos, egoístas y jactanciosos. Querían y
envidiaban lo que tenían otras personas. Estaban
celosos y odiaban a los demás. Discutían y peleaban todo el tiempo.
Eran crueles y algunos eran asesinos. Se burlaban, mentían y se engañaban unos a otros
constantemente.
No tenían piedad de sus prácticas de Negocios. Siempre criticaban y decían cosas feas sobre otros
a sus espaldas. No tenían límites en sus pasiones
sexuales y hasta se comprometían en relaciones antinaturales.
DIOS DECIDIÓ DESTRUIR EL MUNDO:
Génesis 6:6-7
Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la
tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de
la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta
el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho.
La gente era tan malvada que el Señor dijo que los
destruiría a ellos y todas las cosas de la tierra que había hecho y dado.
CONSIDEREMOS:
¿Creen que Dios realmente destruiría a
todo el que no se arrepintiera y confiara en Él? Sí, Dios hace lo que dice.
Dios le dijo a Adán y a Eva en el
huerto: “Si desobedecen, morirán. Estarán separados de mi”. Ellos
desobedecieron y murieron como Dios había dicho.
Dios fue claro con Caín y Abel al
decirles que, si querían acercarse a Él y ser aceptados, tenían que traer un
cordero y derramar su sangre. Dios rechazó a Caín porque se
acercó a Él a su manera. Ahora, en la época de Noé, Dios dijo que iba a
destruir la tierra y toda la vida que había en ella, enviando un gran diluvio.
¿Cumple Dios su palabra? Sí. Dios siempre hace lo que dice, Él es inmutable.
DIOS TUVO GRACIA PARA CON NOÉ:
Génesis 6:8-10
Pero Noé contaba con el favor del SEÑOR. Ésta es la
historia de Noé. Noé era un hombre justo y honrado entre su gente. Siempre
anduvo fielmente con Dios. Tuvo tres hijos: Sem, Cam y Jafet.
Por la gracia y la misericordia de Dios, había un
hombre con su familia a quien Dios no iba a destruir, Noé, nació pecador bajo el dominio de Satanás al
igual que todos los descendientes de Adán. Noé
no merecía la salvación de Dios, él también merecía el castigo eterno; pero Noé
se acercó a Dios como Abel, Set, y Enoc, creyéndole y trayendo la sangre de los
animales.
Génesis 8:20
Y edificó Noé un altar a Jehová, y tomó de todo
animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar.
Noé escuchó las palabras que Dios tenía para él, creyó y se acercó a Dios de la manera que Él le
dijo. Noé confió en la salvación de Dios ofrecida
al hombre a través del Libertador venidero. Así que Dios perdonó y aceptó a Noé.
NOÉ OBEDECIÓ A DIOS:
Génesis 6:22
Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que
Dios le mandó.
Noé le creyó a Dios, él confió y dependió de Dios para salvarse junto con
su familia, del diluvio que el Señor
le había dicho que enviaría. Recordemos que no
había llovido antes en el mundo hasta ese momento, el
mundo se regaba a través de un vapor que subía de la tierra.
Génesis 2:5,6
Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni
había hombre para que labrase la tierra,
..sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la
tierra.
Nadie jamás había visto llover, sin embargo, Noé
creyó que Dios no podía mentir cuando decía que enviaría un
diluvio. Noé le creyó a Dios, así que obedeció y
construyó el arca tal como Dios le había dicho que debía hacerla.
CONSIDEREMOS:
Como algunas personas no ven a
Dios, el cielo o el lugar de castigo que Dios tiene preparado, no creen. Pero todo lo que la Biblia dice es verdad. Noé le creyó a Dios, aunque Noé nunca había visto llover.
Noé creyó que Dios iba a destruir al mundo entero. También
creyó que sólo Dios podía salvarlo a él y su familia, así que hizo lo que Dios
le dijo. Dios
no salvó a Noé por causa de su buena apariencia. Dios lo salvó, porque Noé estuvo
de acuerdo con Dios y confió en Él.
TODOS ENTRARON POR UNA PUERTA:
Génesis 7: 15-16
Vinieron, pues, con Noé al arca, de dos en dos de toda carne en que había
espíritu de vida. Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne
vinieron, como le había mandado Dios; y Jehová le cerró la puerta.
Noé y su familia entraron en el arca por de la única puerta que Dios la había ordenado hacer a Noé, ésta era la única
forma por la que alguien podía salvarse del diluvio y de la ira de
Dios contra el pecado, los animales también
entraron al arca.
DIOS CERRÓ LA PUERTA:
Génesis 7:16 b
…y Jehová le cerró la puerta.
Una vez que todos estuvieron adentro, Dios mismo cerró la puerta.
CONSIDEREMOS:
Dios mismo encerró a Noé y también
a su familia y a todos los animales dentro del lugar de resguardo, el arca, Dios no iba a dejar pasar más tiempo que el establecido para que las demás
personas cambiaran de opinión y creyeran.
Cuando Dios cerró la puerta del arca
fue demasiado tarde para los que no creyeron. Aunque lloraron o rogaran afuera de la puerta, ya no podían entrar. Noé no podía dejarlos entrar al arca, porque no
dependía de él, Dios los había dejado afuera. No tenían forma de salvarse. Los que estaban dentro del arca estaban seguros
porque Dios los había encerrado allí. Los
que estaban fuera del arca ya no tenían forma de escapar de la ira de Dios, porque
ellos habían decidido no creerle a Dios; cuando les dijo por medio de Noé, que
la única forma de salvarse de morir en el diluvio, era entrando por la única
puerta al arca. Cuando Dios dice que es tiempo de castigar al mundo, ya no hay escapatoria.
DIOS
DESTRUYÓ A TODOS LOS QUE ESTABAN
FUERA
DEL ARCA:
Génesis 7:17-23
Y fue el diluvio cuarenta días sobre la tierra; y
las aguas crecieron, y alzaron el arca, y se elevó sobre la tierra. Y
subieron las aguas y crecieron en gran manera sobre la tierra; y flotaba el
arca sobre la superficie de las aguas. Y las aguas subieron mucho sobre la
tierra; y todos los montes altos que había debajo de todos los cielos, fueron
cubiertos. Quince codos más alto subieron las aguas, después que fueron
cubiertos los montes. Y murió toda carne que se mueve sobre la tierra, así
de aves como de ganado y de bestias, y de todo reptil que se arrastra sobre la
tierra, y todo hombre. Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en
sus narices, todo lo que había en la tierra, murió. Así fue destruido todo
ser que vivía sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, los
reptiles, y las aves del cielo; y fueron raídos de la tierra, y quedó solamente
Noé, y los que con él estaban en el arca. Y prevalecieron las aguas sobre
la tierra ciento cincuenta días.
Después de cerrar la puerta del arca Dios envió la lluvia. Hubo
tanta agua que cubrió el mundo entero, hasta las montañas más alta. ¿De dónde vino tanta agua? ¿Recuerdan cómo era el mundo cuando Dios lo hizo?
En el segundo día, Dios separó las aguas, y puso
gran parte del agua arriba en el cielo; probablemente como un toldo de vapor
que rodeaba la tierra. Ahora había llegado
el momento de que Dios inundara la tierra, Él hizo que el agua que había colocado arriba en el cielo cayera
a la tierra como lluvia. No fue cualquier
lluvia común; ¡fue una gran inundación, el diluvio! Las aguas también salieron de lugares subterráneos. Tal vez Dios provocó grandes terremotos y erupciones volcánicas para abrir la corteza terrestre de modo que estas enormes fuentes de agua brotaran hacia la superficie de la tierra.
Salmos 104: 6 y 8
Con el abismo, como con vestido, la cubriste; Sobre los montes estaban las aguas. Subieron los montes, descendieron los valles.
Dios hizo llover por cuarenta días y cuarenta noches hasta que toda la tierra se cubrió de agua, hasta las montañas y los árboles más altos. Dios destruyó a todos los que quedaron fuera del arca. Sólo Noé y su familia le creyeron a Dios y entraron por la única puerta disponible.
CONCLUSIÓN:
Dios es paciente con los hombres. En los días de Noé, él Señor esperó durante 120
años a que los hombres se arrepintieran de sus caminos malvados. Cada
hombre, mujer y niño que estaban fuera
del arca murieron en el diluvio. Dios es un Dios de amor, pero en verdad es
un Dios justo y de ira contra el pecado.