PANORAMA:
En esta lección estudiaremos el tercer
viaje misionero, como Pablo sabía que Dios desea que todas las personas
escuchen las Buenas Nuevas, que el Señor Jesús es el único Salvador de los
pecadores; no se estableció en Antioquía, sino que siguió su recorrido rumbo a
Troas. Al igual que Pablo, nuestro objetivo en esta vida, debe ser llevar el
Evangelio a los que nunca habían oído.
Una vez más, Pablo
volvió a fortalecer las iglesias, recordándoles las cosas que les había
enseñado previamente y enseñándoles otras que todavía no habían oído. Nosotros,
y todos los hijos de Dios, necesitamos que se nos recuerde continuamente las
cosas que ya hemos aprendido, y que necesitamos continuar aprendiendo de la
Palabra de Dios. De esta manera seremos fortalecidos para que llevemos una vida
de fidelidad y obediencia al Señor. El Señor quería que los hombres y mujeres,
de estas iglesias también, aprendieran más y más de Su Palabra hasta que se
conviertan en maestros de ella.
MINISTERIO
DE PABLO EN ÉFESO
Después que Pablo
enseñó la Palabra de Dios a los discípulos en Galacia y Frigia, fue a Éfeso. La
Escritura dice en Hechos 19:1, “Pablo, después de recorrer las regiones
superiores, vino a Éfeso”.
Hechos
19:1-10
Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos, [2]les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. [3]Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. [4]Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. [5]Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. [6]Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. [7]Eran por todos unos doce hombres. [8]Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios. [9]Pero endureciéndose algunos y no creyendo, maldiciendo el Camino delante de la multitud, se apartó Pablo de ellos y separó a los discípulos, discutiendo cada día en la escuela de uno llamado Tiranno. [10]Así continuó por espacio de dos años, de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús. Después de un tiempo Pablo le dijo a Bernabé: «Volvamos a visitar cada una de las ciudades donde ya antes predicamos la palabra del Señor para ver cómo andan los nuevos creyentes».
CONSIDEREMOS:
Pablo permanecía en
algunos lugares solamente por poco tiempo, si percibía que las personas no
querían oír la Palabra de Dios; pero cuando éstas sí querían escuchar, se
quedaba por más tiempo y les enseñaba. Deberíamos aprender del ejemplo de Pablo,
cuando llevamos la Palabra de Dios a un lugar, debemos ver la actitud de las
personas. Si después que les hemos enseñado, continúan rechazando el mensaje de
Dios, debemos dejarlos e ir a otras personas que aún no han oído del Evangelio
de Salvación.
EL PODER DE DIOS DEMOSTRADO A
TRAVÉS DE PABLO
Pablo fue un apóstol,
un representante especial de Jesucristo. Dios usó a los apóstoles para comenzar
el trabajo de construir Su Iglesia y completar la escritura de la Biblia. Les
dijo Sus palabras para que las comunicaran a los creyentes y los guio a
escribirlas correctamente, de modo que ahora las tenemos en el Nuevo
Testamento. También dio a los apóstoles habilidades especiales para hacer
señales y milagros como prueba de que su mensaje era respaldado por el Señor.
El Señor no ha
cambiado. Todavía puede hacer los mismos milagros que hizo a través de los
apóstoles. Pero ahora no hay apóstoles como los hubo en el comienzo de la
Iglesia. Ahora la Palabra de Dios está completa y nosotros creemos y obedecemos
las palabras escritas por los apóstoles. Por consiguiente, no necesitamos señales
milagrosas para probar que estamos hablando la verdad.
Durante el tiempo que Pablo estuvo en Éfeso, supo que los creyentes de la iglesia de Corinto estaban desobedeciendo la Palabra de Dios y que había divisiones entre ellos, así que Pablo les escribió una carta. Ahora esta carta es parte de la Biblia. Es la primera carta de Pablo a los Corintios.
LOS EXORCISTAS AMBULANTES:
Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, [12]de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían. [13]Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo. [14]Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto. [15]Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois? [16]Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos. [17]Y esto fue notorio a todos los que habitaban en Éfeso, así judíos como griegos; y tuvieron temor todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús.
LA QUEMA DE LOS LIBROS DE MAGIA:
Hechos
19:18-20
Y muchos de los que habían creído
venían, confesando y dando cuenta de sus hechos. [19]Asimismo muchos de
los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante
de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas
de plata. [20]Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor.
Muchas de las
personas gentiles que vivían en Éfeso estaban bajo el control de Satanás por la
práctica de la magia, pero los que habían creído en el Señor Jesús como su
Salvador renunciaron a su dependencia de los presagios mágicos y quemaron los
libros que contenían esta información satánica.
CONSIDEREMOS:
Los hijos de Dios tampoco
debemos tomar de forma liviana el tema de la magia, los fetiches, el horóscopo
y las “profecías”; para predecir o vaticinar el futuro, esto es pecado; en
lugar de confiar en el Señor. Todos los hijos de Dios estamos bajo Su cuidado
de modo que no necesitamos confiar en las cosas en que confían los hijos de
Satanás.
Gálatas
5:18,19 y 25
[18]Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. [19]Y
manifiestas son las obras de la carne, que son: … hechicerías, enemistades,
pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías…[25]Si vivimos por el
Espíritu, andemos también por el Espíritu.
EL DISTURBIO:
Pablo había estado en
Éfeso por dos años y medio más o menos. Se habían hecho muchos milagros
maravillosos y un gran número de personas habían confiado en el Señor Jesús.
Satanás y sus ángeles
estaban furiosos porque muchas personas habían creído y obedecido la verdad
enseñada por Pablo. Entonces, usaron a uno de sus siervos para agitar la
oposición en contra de Pablo y los otros hombres que estaban viajando con él.
Hechos 19:23-24.
[23]Hubo por aquel tiempo un disturbio no pequeño acerca del
Camino. [24]Porque un platero llamado Demetrio, que hacía de plata
templecillos de Diana, daba no poca ganancia a los artífices.
Los efesios habían construido un templo magnífico para su diosa Diana. Demetrio era uno de los muchos plateros que hacían pequeñas imágenes de plata de ella y las vendían a sus devotos. Desde que Pablo había comenzado a predicar, cada vez menos personas estaban adorando a esta falsa diosa. Demetrio y los otros plateros temían no poder vender tantas imágenes de Diana como antes.
Hechos 19:37-41
[37]Porque habéis traído a estos hombres, sin ser sacrílegos ni
blasfemadores de vuestra diosa. [38]Que si Demetrio y los artífices que
están con él tienen pleito contra alguno, audiencias se conceden, y procónsules
hay; acúsense los unos a los otros. [39]Y si demandáis alguna otra cosa, en
legítima asamblea se puede decidir. [40]Porque peligro hay de que seamos
acusados de sedición por esto de hoy, no habiendo ninguna causa por la cual
podamos dar razón de este concurso. [41]Y habiendo dicho esto, despidió la
asamblea.
PABLO VIAJA A MACEDONIA Y GRECIA
Hechos 20:1
Después que cesó el alboroto, llamó Pablo a los discípulos, y
habiéndolos exhortado y abrazado, se despidió y salió para ir a Macedonia.
Pablo volvió a visitar a los nuevos creyentes que habían confiado en el Señor,
en su viaje anterior a Macedonia. Les enseñó y los animó a creer y obedecer la
Palabra de Dios. Mientras Pablo estaba en Macedonia, probablemente en Filipos,
escribió una segunda carta a la iglesia en Corinto.
Hechos 20:2-3
Y después de recorrer aquellas regiones, y de exhortarles con abundancia de palabras, llegó a Grecia. [3]Después de haber estado allí tres meses, y siéndole puestas asechanzas por los judíos para cuando se embarcase para Siria, tomó la decisión de volver por Macedonia.Romanos
15:23-24
Pero ahora, no teniendo más campo en estas regiones, y deseando desde
hace muchos años ir a vosotros, [24]cuando vaya a España, iré a vosotros;
porque espero veros al pasar, y ser encaminado allá por vosotros, una vez que
haya gozado con vosotros.
Hay una carta más que probablemente Pablo escribió mientras estuvo en Corinto. (La carta a los Gálatas) Pablo había escuchado que algunos predicadores estaban enseñando a las iglesias que habían sido formadas a través de su ministerio en Galacia, que no podían ser salvos mediante la fe sola en Cristo, sino que también debían seguir y obedecer las leyes que Dios dio a los judíos en el Antiguo Testamento. Pablo escribió a las iglesias en Galacia para recordarles las Buenas Nuevas que él les había predicado y para prevenirlos de no seguir ninguna enseñanza diferente. Esta carta también es parte del Nuevo Testamento.
Hechos
20:7
El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan,
Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso
hasta la medianoche.
La costumbre de la iglesia primitiva en Jerusalén era reunirse todos los días para alabar al Señor, orar y aprender de Su Palabra. La costumbre de la iglesia primitiva era reunirse por lo menos cada domingo, el primer día de la semana.
¿Por qué creen que los creyentes en el principio de la Iglesia se reunían el domingo, el primer día de la semana? Porque fue el día en que el Señor Jesús resucitó de entre los muertos. Fue en la madrugada del primer día de la semana que el ángel retiró la piedra de la entrada de la tumba donde Jesús había sido sepultado. Es bueno reunirnos el primer día de la semana para alabar al Señor y recordar que Jesús, quien murió por nuestros pecados, resucitó y vive para siempre.
EL MINISTERIO DE PABLO A LOS ANCIANOS EFESIOS
Estos hombres debían haber sido nombrados como ancianos en la iglesia de
Éfeso durante el tiempo que Pablo estuvo allí. El trabajo de ellos era enseñar,
guiar, animar y proteger a la iglesia contra las falsas enseñanzas. Pablo llamó
a los ancianos porque quería recordarles algunas cosas importantes que debían
estar haciendo y enseñando en la iglesia de Éfeso. También quería prevenirlos
acerca de cosas que podían ocurrir en la iglesia cuando él los dejara. Era
parte de la obra de Pablo como apóstol entrenar y nombrar ancianos en todas las
iglesias que él fundara.
Ésta también es una parte importante de los pastores, misioneros y
líderes en las iglesias, entrenar y nombrar siervos, para que lleguen a ser
ancianos fieles que enseñen, guíen, motiven y protejan la iglesia contra las falsas
enseñanzas.
PABLO RECORDÓ A LOS ANCIANOS SU MINISTERIO EN ÉFESO:
Cuando los ancianos efesios se reunieron con Pablo, él primero les recordó como había vivido y trabajado en Éfeso desde el primer día que llegó.
Pablo sufrió muchas cosas por causa del odio de los judíos que no creían
que el Señor Jesús era el Salvador enviado por Dios. Pero, aunque fue
perseguido, Pablo sirvió fielmente al Señor. Pablo no enseñaba a los efesios
sólo cuando se reunían. También iba a sus hogares a responder sus preguntas,
razonar con ellos y hablarles las palabras de Dios.
Hechos
20:18-21
Cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros sabéis cómo me he comportado
entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia, [19]sirviendo
al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido
por las asechanzas de los judíos; [20]y cómo nada que fuese útil he
rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas, [21]testificando
a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en
nuestro Señor Jesucristo.
Pablo se reunió con los ancianos recordándoles cómo vivió cuidadosamente entre ellos, él les
recordó la clase de ministerio de enseñanza que tuvo en Éfeso, les dijo a
los hermanos en la fe, a creyentes, todo lo que Dios quería que supieran, porque
él sabía que necesitaban escuchar la verdad, aunque esto les hiriera.
CONSIDEREMOS:
A veces es difícil y penoso enfrentar a las personas con la verdad, quizás
tememos herir sus sentimientos o que se disgusten, pero debemos siempre
decirles lo que Dios dice. Cuando estamos enfermos y necesitamos una inyección
o medicina, la aguja puede herir, o la medicina puede ser amarga, pero es necesaria
para nuestro bienestar y salud. Así mismo, no es fácil ni
agradable decirle a los no creyentes que deben ponerse de acuerdo con Dios en
que son pecadores, que su pecado es maligno y los llevará al infierno, que deben
poner su fe y confianza en el Señor Jesús como su Salvador quien murió por
ellos; pero es la única forma en que podrán ser librados del castigo eterno.
PABLO
ADVIRTIÓ Y EXHORTÓ A LOS ANCIANOS EFESIOS
Como Pablo sabía que nunca más volvería a Éfeso, les recordó a los
ancianos, una vez más, que nadie en Éfeso podría culparlo si iban al castigo
eterno. No podían acusarlo si morían y eran separados de Dios eternamente,
porque él fielmente les había advertido y enseñado el mensaje de salvación a
cada persona con quien había tenido contacto.
Hechos 20:25-27
Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he
pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro. [26]Por tanto, yo
os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; [27]porque
no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.
Como Pablo iba a partir y no regresaría más, estaba dando la responsabilidad de la obra del Señor en Éfeso a estos ancianos. Por lo tanto, les advierte que ahora que tiene conocimiento de Dios, son responsables de guiar y alimentar la iglesia que el Señor Jesús ha librado de Satanás, del pecado y de la muerte, al dar Su propia sangre como pago.
Hechos
20:28-31
Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. [29]Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. [30]Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. [31]Por tanto, velad, acordándoos que, por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno.
ADVERTENCIA CONTRA LOS FALSOS MAESTROS
Pablo les dijo a los ancianos: “Por tanto, mirad por vosotros”. Ellos debían vigilarse cuidadosamente a sí mismos en cada parte de sus vidas. La primera responsabilidad de todos aquellos que enseñan la Palabra de Dios es obedecerla. Las personas no pondrán atención a nuestra enseñanza si personalmente no la obedecemos.
Pablo animó a estos ancianos a hacer la obra que Dios les había confiado. ¿Cuál es la obra de un anciano? Vigilar cuidadosamente el rebaño de Dios, esto es, la asamblea de creyentes. Es importante que los ancianos hagan realmente la obra que el Señor les ha encargado. Es inútil para una persona ser llamado anciano en la iglesia si en realidad no hace la obra de un anciano.
CONSIDEREMOS:
En la tierra de Israel había lobos salvajes que venían a atacar y
matar a las ovejas. Pablo advirtió a los ancianos efesios que las personas que
enseñan cosas que no están de acuerdo con las enseñanzas de Dios son como lobos
salvajes. Las cosas que enseñan hieren a los hijos de Dios de tal manera que
creen las mentiras de Satanás y ya no son capaces de vivir en la forma que Dios
quiere que vivan. Satanás envía a sus seguidores para atacar y tratar de
destruir el rebaño de Dios.
LA DESPEDIDA DE
PABLO
Ahora vamos
a leer algunas de las últimas palabras de Pablo a los ancianos efesios.
Hechos
20:32-38
Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados. [33]Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado. [34]Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me han servido. [35]En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir. [36]Cuando hubo dicho estas cosas, se puso de rodillas, y oró con todos ellos. [37] Entonces hubo gran llanto de todos; y echándose al cuello de Pablo, le besaban, [38]doliéndose en gran manera por la palabra que dijo, de que no verían más su rostro. Y le acompañaron al barco.
Aunque Pablo ya no estaría con la iglesia de Éfeso, les recordó
que tenían la Palabra de Dios para guiarlos, protegerlos y consolarlos. Tenían
las Escrituras completas del Antiguo Testamento por escrito. El Nuevo
Testamento que nosotros tenemos, aún no estaba escrito por completo, pero Pablo
les había dicho muchas de las cosas que ahora están escritas en el Nuevo
Testamento.
Pablo no era perezoso. No solamente enseñó la Palabra de Dios,
sino que también trabajó duro para suplir sus propias necesidades y las de sus
compañeros quienes estaban ocupados haciendo la obra del Señor. No es la
voluntad de Dios que Sus hijos sean perezosos o que codicien lo que otras
personas tienen. Todos los hijos de Dios deben esmerarse en el trabajo, no
solamente para suplir sus propias necesidades y las de su familia, sino que
también puedan dar al enfermo y ayudar a los que están dedicando todo su tiempo
trabajando para el Señor.
CONCLUSIÓN:
Es por medio del creer en la obra redentora de Cristo en la cruz, que
somos salvos de ir al infierno, y así entrar alegremente al Cielo. Ahora
debemos ser responsables por la sana enseñanza que hemos recibido y procurar
enseñarla de la misma forma a otros que están siendo engañados por las falsas
creencias del enemigo, que andan por este mundo como lobos rapaces.